Peregrinos de la Eucaristía es, para nosotros, una forma concreta de vivir el Evangelio. No somos solo una comunidad religiosa; somos una familia que camina unida, centrada en la Eucaristía y en el deseo profundo de llevar a Cristo allí donde más se necesita. Vivimos nuestra consagración a través del servicio, la oración, la acogida y el anuncio del amor de Dios.
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Descrição
Peregrinos de la Eucaristía no es una casualidad, es una identidad. Así vivimos, en constante camino interior y exterior, con la Eucaristía como centro de todo lo que somos y hacemos. Somos una familia de Vida Consagrada dentro de la Iglesia Católica, formada por sacerdotes, religiosas, religiosos y también laicos —jóvenes, adultos y matrimonios— que compartimos una misma espiritualidad: vivir como reflejo del amor de Jesús, presente y vivo en la Eucaristía.Nuestra comunidad nació en Colombia, en el contexto del Año de la Eucaristía proclamado por el papa Benedicto XVI. Aquello fue más que un evento: fue una llamada. Como Peregrinos de la Eucaristía, entendimos que debíamos responder entregando la vida entera, saliendo de nosotros mismos y llevando a Cristo a quienes no lo esperaban, pero lo necesitaban profundamente.
La misión pronto nos llevó fuera de nuestras fronteras. Primero llegamos a Uruguay y luego a España, donde fuimos recibidos en la diócesis de Pamplona-Tudela. Con el tiempo, nuestra presencia se extendió a otras ciudades como Getafe, Sevilla y Vitoria. En esta última hemos encontrado un lugar muy especial: el santuario de Nuestra Señora de Estíbaliz, donde las hermanas peregrinas cuidan y revitalizan este espacio lleno de historia y devoción. Allí también nació Amaren Etxea, una casa de acogida en la que compartimos alimentos, música y oración.
Como Peregrinos de la Eucaristía, creemos en una fe que se vive en lo concreto: un plato servido con cariño, una canción que hable de Dios, una mirada que escuche. Por eso, a cada persona que nos visita le regalamos una pequeña cita bíblica —una “palabrita de vida”— para que, al salir, se lleve también un mensaje del cielo.
Nuestra misión tiene muchas formas: desde la adoración al Santísimo hasta las iniciativas evangelizadoras como Faros en las tinieblas, donde salimos a las calles para invitar a un encuentro con Jesús. No nos detenemos en un solo lugar. Somos peregrinos en el sentido más profundo: vivimos en movimiento, siempre abiertos a lo que el Espíritu nos pide.
Los fundadores de los Peregrinos de la Eucaristía, el padre Francesco y la madre Amada, nos mostraron con su testimonio que todo cambio profundo nace de una entrega radical. Dejaron atrás sus profesiones para vivir al servicio de Dios y de los demás, recordándonos que el mayor milagro es amar cada día.
Hoy, los Peregrinos de la Eucaristía seguimos caminando. A veces vamos en silencio, otras cantando. Podemos estar en una ermita de México, en una estación de tren, en un comedor sencillo o en una parroquia llena de vida. Donde sea que estemos, nuestro deseo es siempre el mismo: llevar la luz de la Eucaristía a cada rincón del mundo.
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